jueves, 31 de marzo de 2011

GUERRA EN LIBIA: La agresión de la OTAN

Hace tres semanas comentaba en este blog el conflicto que ha estallado en Libia. La situación no estaba muy clara entonces y apunté que había varias cosas que no cuadraban. Ahora los acontecimientos han aclarado bastante lo que está sucediendo.

Creo que merece la pena dedicar otro artículo al tema, temo que algo largo y sobrecargado de enlaces, porque se trata de una guerra en nuestra puerta de casa,  y nos da además una buena ocasión para contemplar en vivo cómo funciona la máquina de la desinformación y de la propaganda de guerra, cómo viene presentada y vendida a la opinión pública como guerra humanitaria una evidente guerra de agresión, que es la continuación de una serie de maniobras para derrocar el gobierno de Libia. Ver las cosas de esta manera no significa necesariamente tomar partido por Gadafi, es simplemente llamar las cosas por su nombre.

Voy empezar citando este artículo de hace pocos días en el blog "Los diarios de Winston" que está en la misma longitud de onda del presente escrito y lo complementa con informaciones de grán interés:

Libia y la revolución "espontánea"

En primera fila por así decir podemos observar el estridente contraste entre las palabras y la realidad, la falta de informaciones reales sobre lo que pasa, la unanimidad de medios y políticos en seguir la línea oficial y en fin, la falta de soberanía e independencia y el servilismo de los gobiernos que no cuentan -como el nuestro- y siguen como un perrillo faldero los dictados de quien realmente toma las decisiones.

La duda que tengo aún es si esto ha empezado como una revuelta espontánea de una parte de Libia contra Gadafi, aprovechada con gran oportunismo por las potencias de la OTAN, o bien si éstas han organizado la insurrección desde el principio. En cualquier caso parece evidente que -especialmente Francia- le tenían ya muchas ganas. Como sabrá quien sigue las noticias, la intervención militar ha cambiado drásticamente la situación en el campo de batalla y ha evitado la victoria de Gadafi que era ya inminente.

Los insurrectos se alzaron en armas contra el Coronel a mediados de Febrero y tras un mes de combates, presentados como una brutal represión de manifestaciones pacíficas, estaban a punto de ser derrotados. Puesto que ya se había tomado partido por los sublevados, era absolutamente necesario para evitarlo intervenir militarmente. Francia, Inglaterra y Estados Unidos hicieron aprobar en un tiempo récord y con mucha prisa una resolución en las Naciones Unidas para legitimar la agresión militar que ya habían decidido, con el pretexto de proteger a la población de presuntas atrocidades y matanzas.

Aunque no se sabe demasiado bien lo que está pasando, las tropas de Gadafi han perdido mucho terreno y material, porque la aviación aliada actúa como apoyo aéreo de los sublevados, que consiguen avanzar sólo si los ataques aéreos han despejado previamente su camino. Cada vez menos se recurre a la cantinela de proteger a la población y apenas se esconde lo que desde un principio ha sido el verdadero objetivo. Se habla abiertamente de armar a los rebeldes y apoyarlos de varias maneras.



El siguiente artículo narra una chapucera operación de los servicios secretos británicos cuando ya había comenzado la guerra y revela también la presencia de agentes en Libia desde hacía varios meses:


Recordemos que se empezó hablando de una “zona de exclusión aérea” pero la resolución de la ONU fue más allá y se convirtió en “intervención para proteger a los civiles”. Esta resolución se ha usado para legitimar lo que es a todos los efectos una campaña aérea de apoyo a los insurgentes, con destrucción de defensas antiaéreas, concentraciones de fuerzas blindadas y centros de control. Por cierto que debe ser difícil justificar el bombardeo de objetivos en ciudades que se han mantenido leales a Gadafi desde el principio. Será para proteger a la población civil de estas ciudades de sí misma y de sus ideas equivocadas de apoyo a Gadafi.

Los mandos de la OTAN no carecen de cierto humor surrealista:

“La portavoz de Anders Rasmussen, secretario general de la Alianza, asegura que "la OTAN aplicará la resolución de forma imparcial", sin ayudar a una de las partes en detrimento de la otra”

Es que me parto de la risa…he aquí el artículo original:


Ahora hablemos de la justificación esgrimida para atacar a Gadafi, su presunta represión brutal de manifestaciones pacíficas, sus crímenes contra su pueblo.

Todavía no hemos visto una sola prueba de estas atrocidades, de estos bombardeos con aviación y artillería contra manifestantes, de estas masacres de opositores indefensos.

¿Dónde están las matanzas? ¿Qué testimonios hay, qué base existe para sostener que se hayan cometido atrocidades en gran escala hasta el punto de que sea necesario emprender una guerra?

No estoy diciendo que Gadafi sea especialmente respetuoso hacia los derechos humanos o la vida de las personas. No es un angelito y fácilmente habrá cometido excesos o crímenes. Seguramente ha reprimido esta insurrección duramente y es probable que haya habido un cierto número de ejecuciones, empezando por todo aquel que le haya traicionado y a quien haya conseguido echarle el guante. Como es lógico. Por otra parte dudo mucho que los rebeldes estén teniendo más miramientos con los partidarios de Gadafi que caen en sus manos.

Satélites artificiales, periodistas, cámaras digitales, teléfonos móviles que pueden grabar vídeos y fotos…y no tenemos nada más que la palabra de los insurrectos y la de los medios de comunicación. La realidad es que si existiera una sola prueba real de estos crímenes en gran escala la habríamos ya visto hasta la náusea en todos los medios, nos la pondrían hasta en la sopa y a todas horas, porque tienen una necesidad desesperada de ello para justificar esta guerra.

De hecho hay un episodio que muestra de manera indirecta la absoluta pobreza y falta de base de estas acusaciones, las dificultades que tienen los manipulados medios para convrncernos de que Gadafi es un monstruo sanguinario y un genocida: la noticia de la mujer presuntamente violada por mercenarios de Gadafi.


El vídeo se puede ver buscando en internet y lo han pasado en algún telediario sin insistir mucho en ello. A mí no me convence. Por supuesto puede ser verdad lo que le ha pasado a esta mujer, pero ni siquiera los Estados Unidos podrían justificar una guerra porque una mujer haya sido violada por soldados o mercenarios. De hecho aplicando ese criterio habría que empezar por bombardearles a ellos.  A lo que voy: si tienen que recurrir a esto, si lo único que tienen para fundamentar las acusaciones contra Gadafi y demonizarlo es este espisodio, que puede ser verdadero pero huele a propaganda y a montaje a un kilómetro y además es totalmente marginal, esto dignifica que no tienen absolutamente nada y que las acusaciones son inventadas y meros pretextos.

Pero está también el testimonio de los periodistas. No sólo medios occidentales sino también árabes, lo cual debería dar credibilidad a estas denuncias. ¿O no?

Bueno, Gadafi no es especialmente apreciado por los demás estados árabes, y los medios de comunicación en estas naciones no brillan por independencia y respeto a la verdad, pues están en manos de gobiernos y oligarquías corruptas como bien sabemos. No se respira el aire de libertad e independencia de que gozan los nuestros, "garantizado" por la concentración de la propiedad en las manos de pocos magnates y grupos financieros internacionales.

Pero voy a entrar más en el detalle: esencialmente ha sido la cadena catarí Al Jazeera la que primero ha empezado a hablar de las presuntas atrocidades de Gadafi. No podemos evitar notar que Catar es el único país árabe que ha enviado aviones para participar en esta guerra apoyando a la coalición anglofrancoamericana. Seguramente porque se ha considerado que tener a un país árabe en la coalición es políticamente importante. Naturalmente todo tiene un precio y los cataríes tienen ya su parte del pastel:


Creo que con esto ha quedado bastante claro el juego que está jugando Catar, lo de los dos avioncitos que han enviado y la credibilidad de Al-Jazeera.

¿Pero por qué le tienen tantas ganas a Gadafi franceses, ingleses y americanos? En definitiva, ¿Quién es Gadafi? ¿Cómo es su régimen?

Para saber algo mejor quién es Gadafi y la situación en Libia antes de que todo empezara, este artículo es relativamente aceptable y honesto. Fue publicado poco antes de que estallara la revuelta:


En cambio el que indico a continuación es un ejemplo de propaganda, que hasta se contradice a sí mismo en pocas líneas de manera casi surrealista


Se admite implícitamente que el régimen de Gadafi garantizaba un buen nivel de vida a la población a través de los subsidios estatales pero al mismo tiempo se nos dice que la redistribución de la riqueza brilla por su ausencia. No contento con esto, se presentan estos subsidios estatales como un instrumento de opresión para tener encadenado al pueblo...

Naturalmente no se nos dice nada de la faraónica y costosa obra del Gran Río Artificial, la más grande de esta clase en el  mundo, que sirve para explotar los acuíferos del subsuelo en el desierto para cultivar y llevar agua a las ciudades de la costa.

Quizá el articulista no se da cuenta de que en realidad nos está comunicando lo contrario de lo que pretende: la gran mayoría de las personas, especialmente en nuestra época, no está dispuesta a rebelarse arriesgando su vida sólo por motivos ideales. Estos pueden ser la razón principal para una minoría, pueden ser un factor importante para la mayoría, pero la mayoría no se levantará en armas a menos que se haya llegado a una situación realmente difícil en la que tenga poco que perder. Esto probablemente esté pasando en otros países pero no en Libia, que tiene uno de los niveles de vida más altos de África. Por tanto la idea del pueblo que se rebela en bloque y está dispuesto a dejarse masacrar para sacudirse las “cadenas” de una vida subvencionada es realmente poco creíble, y todo ello tiende a confirmar que se trata de una lucha surgida de conflictos internos al régimen libio, atizados o aprovechados por los países que ahora intervienen.

Esta conflictividad interna existe en las clases dirigentes de Libia y el poder de Gadafi no es –o era- de ningún modo absoluto. Estos días he tenido ocasión de leer el Libro verde en el que expone sus ideas:


Naturalmente una cosa es la teoría y otra la práctica, y debemos tener en cuenta que fue escrito en los años 70, pero sigue siendo la base teórica de su régimen. No es oportuno recargar esta entrada ya demasiado larga entrando en detalles de limitado interés para el lector, pero podemos decir que tiene varios principios interesantes y válidos, siempre a nivel teórico; se trata, como un comentarista del blog apuntó en la entrada anterior, de un proyecto de “tercera vía” islámica pero no radical, atenta a la soberanía nacional y con los sectores estratégicos de la economía y la sociedad en manos estatales.

No es cierto tampoco que se trate de una dictadura en el sentido del dominio absoluto de una persona que maneja todas las palancas del poder. Gadafi introdujo un sistema de comités como órganos de representación popular, que controlan los medios de comunicación y se agregan en un Congreso nacional que es el órgano supremo. Ignoro en la práctica los límites del poder de Gadafi, pero el Congreso no es un juguete en sus manos porque puede oponerse a las propuestas de Gadafi y rechazarlas, como se puede ver en uno de los enlaces que doy más adelante. Todo ello da una idea en conjunto de un Estado represivo y probablemente carente de muchas libertades, pero no peor ni más feroz que muchos otros donde además la gente vive peor.

Algunas noticias más que son interesantes:




Libya: Gaddafi urges Libyans to back his income oil plan



Libyan congresses delay Gaddafi's oil shareout plan


Explorando más noticias en este portal especializado podemos ver que ha habido  durante los dos últimos años una actitud ambivalente de colaboración y tensión con las compañías occidentales, que estas últimas de han desmarcado bastante de Libia en los últimos meses, y también que el líder libio ha buscado la diversificación dando más espacio a Rusia y China en la explotación de sus recursos, además de buscar las cosquillas a las naciones occidentales hablando de nacionalizar las compañías extranjeras. Hay demasiadas cosas –las principales- que no se hacen públicas, pero la impresión que se impone es la de una coalicion de intereses establecidos, dentro y fuera de Libia contra Gadafi. Esto me cuadra bastante más con lo que está pasando.

Si es así los libios tienen poco de que estar contentos y nosotros menos aún, porque difícilmente se va a pacificar ese país y el norte de África, con las nefastas consecuencias para nosotros de un conflicto a nuestras puertas.

En definitiva ¿Qué estamos haciendo en Libia? ¿Qué interés y qué motivaciones tenemos en participar en este ataque?

Nunca he sido pacifista ni nada parecido. Al contrario del lugar común tantas veces repetido, opino que la guerra ha resuelto muchas cuestiones en el pasado y que ciertos problemas deben ser resueltos así porque es la mejor manera. El conflicto es inseparable de la vida y de la historia, es más es la fuerza que da forma a la historia y la mueve. Pero esto no quiere decir que haya que ir a buscarlo alegremente y porque sí. Mucho menos siguiendo los intereses de otros y no los propios.

Para usar la fuerza hay que tener un motivo y especialmente para intervenir contra una nación que no es una amenaza para nosotros y no nos ha atacado de ninguna manera. Esto es agresión pura y dura, sin que haya habido la menor provocación ni acciones hostiles. Incluso colaboraba en la lucha contra los islamistas radicales, que por otra parte han sido siempre enemigos de Gadafi.

No sé bien qué frutos esperan cosechar con esto Sarkozy y el resto de líderes de la coalición, pero a la larga bien les puede salir el tiro por la culata. Y nosotros vamos a estar en medio.

sábado, 26 de marzo de 2011

VERDADES INACEPTABLES E INMIGRACIÓN

Continúa la farsa de la guerra humanitaria en Libia con los países de la OTAN empeñados en darle la vuelta al resultado de la guerra civil y derrocar a Gadafi, que fue su objetivo desde el principio. La desinformación y la propaganda de guerra que vemos es cada vez más evidente y a quien tenga memoria todo esto le recuerda cosas ya vistas en ocasión de la agresión a Yugoslavia y las invasiones de Irak y Afganistán. Hecho este comentario vamos con el tema de la entrada. 

Muchas personas se han dado cuenta ya de que vivimos en una sociedad que se llena la boca con suficiencia con la palabra libertad, hasta el punto de que nos creemos con derecho a exportarla al resto del mundo a bombazos, pero en realidad una sociedad en la que ciertos temas son tabú y quien se atreve a tocarlos sufre un castigo inexorable. Uno de estos temas es la inmigración  y la manera en que está alterando la demografía europea.

Thilo Sarrazin es un economista y político alemán, ex-directivo del Bundesbank, que fue obligado a dimitir de su cargo por haber publicado recientemente un libro de enorme éxito en el cual esencialmente denuncia el peligro que para el futuro de su país representa inmigración masiva, especialmente cierta inmigración:


Naturalmente el artículo de El País es negativo, deshonesto y tergiversador como no podía ser de otra manera, pero aconsejo su lectura porque contiene fragmentos de una entrevista al autor y con las palabras de éste podemos comprender más lo que de verdad dice. Además es instructiva la manera en que el artículo intenta poner cortinas de humo delante de los ojos del lector y manipular lo que el autor dice. Ejemplo de ello es la palabra Xenófobo, que  es ya casi un lugar común con el cual la propaganda inmigracionista y antieuropea criminaliza a todo aquel que discuta las bondades de la inmigración masiva, o simplemente se limite a defender y apreciar la propia cultura y tradición.

Lo que no se perdona a Thilo Sarrazin es haber atacado dos de los principales pilares o dogmas de la corrección política actual: en primer lugar haber negado las ventajas de la inmigración indiscriminada, y en segundo lugar haber afirmado que no todos los inmigrantes son iguales, que ciertos grupos se integran en la sociedad y contribuyen al país mientras otros aportan poco o nada, siendo una carga y una amenaza.

Pocos políticos o figuras públicas se atreven actualmente a decir la verdad sobre estos temas  y quien lo hace puede estar seguro de tener en contra toda la opinión pública, venenosa expresión que no significa lo que la gente piensa, sino lo que escriben periodistas e intelectuales en los medios de comunicación al servicio del poder.

Esto último lo vemos muy claramente en el caso del libro de Sarrazin. No voy desde luego a decir que un libro es bueno porque venda mucho, porque soy el primero a espantarme de la bazofia que atesta las clasificaciones de los libros más vendidos, pero el libro de este señor, calificado como delirante y como provocación por las “élites”, ha vendido 1.200.000 copias hasta ahora en Alemania y ha sido el ensayo más exitoso en décadas. Hay que hacer notar que no estamos hablando de Harry Potter ni de uno de los bodrios escandinavos de moda, sino de un ensayo denso y cargado de estadísticas que seguramente requiere un cierto esfuerzo de lectura. Esto nos indica que existe un enorme interés entre la población por estos temas, que mucha gente empieza a hacerse preguntas incorrectas y a escuchar a quien dice estas cosas. Interés al cual castas de políticos e intelectuales, vendidas y traidoras a sus pueblos, responden con la censura cuando pueden, escondiendo la verdad y denigrando a quien se atreve a decirla.

Lo que dice Sarrazin no es ni delirante ni criminal. Con razonamientos claros y precisos defiende políticas diferenciadas de inmigración basándose en un  triple criterio para evaluar los distintos grupos de inmigrantes: su éxito en el mercado laboral, su dependencia de las ayudas sociales y sus resultados educativos. Vamos, que quien no trabaja, vive de ayudas estatales y además no educa bien a sus hijos no es más que una carga para el país, y si además tiene una natalidad enormemente superior a la población autóctona entonces es más que una carga, es una amenaza.

Sarrazin apunta hacia la inmigración turca y especialmente la de países árabes y africanos cuando hace estas consideraciones, basadas en hechos y no en palabrería buenista. No es un adversario de toda la inmigración porque afirma que con la inmigración asiática o de Europa del Este estos problemas no se presentan. Algo que por otra parte es materia de experiencia común: todo el mundo sabe que no todos los pueblos son iguales. Menos los propagandistas de la igualdad que con mucha mala fe fingen no saberlo o los bobos que de verdad creen  que todos somos iguales.

Tampoco defiende posiciones basadas en la raza, aunque los manipuladores le hagan decir cosas que no ha dicho y no pierdan la ocasión de sacar del armario el fantasma del nazismo. Algunas frases del autor que creo nos pueden ayudar a entender lo esencial del mensaje que quiere transmitir:

"La integración requiere un esfuerzo por parte de quienes se tienen que integrar. Yo no respeto a quien no quiera hacer este esfuerzo. No tengo por qué reconocer a quienes viven de las ayudas públicas, pero niegan la autoridad del Estado que las otorga, no educan a sus hijos y producen constantemente más niñas con velo. Esto vale para el 70% de la población turca y el 90% de la población árabe en Berlín"

"Yo dije que personas de diferentes culturas se portan de manera diferente, y esta diferencia no es igual para todos los grupos de inmigrantes. De esta manera, rompí un tabú político que dice: todos los hombres son iguales”

"Por lo que se refiere a los musulmanes, yo digo que su falta de integración se debe a su cultura. Con respecto a su inteligencia media, yo no digo nada en mi libro"

Como podemos ver no hay nada de delirante en todo ello. Hay en cambio varias verdades como puños y un ataque frontal a los tabúes de nuestro tiempo.

No se trata de denigrar en general a árabes o musulmanes que tienen su cultura y siguiendo un sano instinto identitario no desean perderla, mucho menos para sustituirla con la basura en que actuamente está hundida la sociedad occidental.

Pero el tema no es si nosotros somos o no mejores que ellos. La cuestión es si debemos resignarnos a la desaparición de la cultura europea y blanca, si la tradicion en la que nos reconocemos debe perecer o sobrevivir. Ellos desde luego no van a continuarla si sustituyen a las poblaciones europeas.

No tengo hostilidad alguna hacia estos pueblos. Son portadores en mayor medida que nosotros de algunos valores positivos. La solidez y enraizamiento de los lazos familiares y de sangre, el respeto a la figura del padre, la poca penetración de las aberraciones que han envenenado la sociedad occidental y que no me canso de denunciar en el blog…debemos reconocer honestamente que en muchas cosas están menos corrompidos que nosotros.

Y este es el quid de la cuestión al que no se presta suficiente atención, ni siquiera por parte de quien denuncia los peligros de la inmigración descontrolada. El motivo de esta falta de atención es que corresponde a una “zona de sombra” que no queremos ver.

El rechazo hacia la inmigración masiva tiene, además de los evidentes problemas de convivencia que genera, un aspecto más profundo: es también miedo a la vitalidad de los invasores. Porque somos decadentes y percibimos en los inmigrantes una vitalidad que ya no poseemos, unos instintos sanos y no corrompidos que ya no tenemos, que ha nosotros nos han quitado, porque poderes infames y sin rostro han trabajado sistemáticamente para pervertir y debilitar nuestro carácter y nuestra sociedad.

Los inmigrantes como es lógico no son por lo general pertenecientes a las clases superiores del país de origen…muchos son ineducados, incultos o primitivos, bastantes entre ellos son delincuentes,  violentos y todo lo que queramos, pero junto con todo lo negativo llevan consigo valores sanos y vitales que han sido abandonados por un Occidente decadente, dominado por valores seniles, podrido y envenenado por el marxismo cultural, por el feminismo, la destrucción de la familia y de la autoridad, por enfermizos complejos de culpa y el nivelamiento igualitario.

La cuestión es si seremos capaces de encontrar dentro de nosotros mismos la fuerza necesaria para reaccionar, si sabremos recuperar la vitalidad perdida sin perder nuestra identidad, o si por el contrario estos valores nos los van a imponer desde fuera…cuando la vitalidad se enfrenta a la decrepitud esta última a la larga no tiene hada que hacer, por mucha superioridad tecnológica y militar que tenga.

Esta es una guerra que no se combate con aviones, misiles y tanques porque el enemigo está dentro de nosotros mismos.

sábado, 19 de marzo de 2011

LAS TORTILLERAS, EL NIÑO Y EL SEMEN DEL PRINGADO

Ha habido varios acontecimientos importantes estos días: la catástrofe natural y la crisis nuclear en Japón, y por otra parte la crisis libia que entra en una fase nueva, con la intervención occidental para impedir la inminente victoria de Gadafi en la guerra civil que ha desencadenado la insurrección en ese país. El descontento en los países árabes sigue a flor de piel, las agitaciones y los desórdenes no se aplacan, y cada vez convencen menos las lecturas simplistas de nuestros gobernantes, empezando por el bufón de La Moncloa, con su blablabla sobre derechos humanos y democracia.

Pero hoy voy a ocuparme de otras cosas. Voy a comentar una noticia procedente de Alemania, que nos muestra el nivel inaudito de abuso e infamia al que están llegando las sociedades occidentales en su persecución contra los hombres. No la he encontrado en la prensa española y la única referencia que tengo está en italiano, que de todos modos no es difícil de comprender. La noticia es que un hombre que había donado el propio semen a una pareja de lesbianas para fabricar un niño en laboratorio, ahora deberá pagar por el mantenimiento del niño. Evidentemente las guarras han sido bien asesoradas por sus abogados.


No es la primera vez que esto pasa. Un caso idéntico se verificó en Suecia hace pocos años aunque no recuerdo si la donación era personalizada como en este caso o provenía de un banco de esperma. Que no le extrañe a nadie que cosas como esta sucedan en el país nórdico: Suecia es el país más feminista de Europa, un país aún peor que España, totalmente matriarcal y dominado por la mujer, y donde la prepotencia feminista triunfa casi sin trabas. Allí acercarse a una mujer es estar vendido; los hombres tienen menos derechos que los perros, están totalmente domesticados y en manos de lo que cualquier zorra quiera hacer con ellos. Valgan como ejemplo las increíbles acusaciones con las cuales han atrapado al fundador de Wikileaks Julian Assange.

Hay que puntualizar que aquí hay dos cuestiones bien distintas. Una es el caso particular del atropello hacia este individuo que ha donado el semen. Otra es el significado general que esta noticia tiene como índice y barómetro de la injusticia antimasculina en las leyes actuales.

Respecto al primer punto, huelga decir que este hombre se merece esto y más por haberse prestado a esta práctica aberrante y repugnante. No puedo sentir la mínima solidaridad masculina ni la menor simpatía hacia este individuo porque no es digno de ello. Ignoro sus motivos; quizás quería de alguna forma retorcida sentirse padre, pues no se limitó a donar el semen sino que se interesaba activamente por el niño, pero de todos modos ahora va a pagar por su crimen.

Porque criminal y odioso es lo que ha hecho. En un impulso de generosidad que hay que reconocer como propiamente masculino, pero rematadamente torcido, ha regalado el propio semen -símbolo y expresión líquida de virilidad- a una pareja de mujeres que rechazan por principio al hombre y odian la masculinidad. Odio que han demostrado cumplidamente cuando han agradecido de esta manera el don recibido. Bien merecido se lo tiene.

En general todo el mundo de los bancos de semen es aberrante. Aun en el caso de que sea para resolver problemas de fertilidad en parejas normales, hay algo profundamente equivocado en que un hombre regale o venda su esperma para que alguien extraño a su vida pueda tener hijos artificialmente. Pero cuando este semen se utiliza para que madres solteras o parejas de homosexuales tengan hijos no es sólo algo equivocado, sino radicalmente podrido y abyecto.

No debemos pensar que esto es un caso extremo que no tiene que ver con los hombres normales. Con las leyes actuales en muchos países –ignoro si es así en España- el hombre está obligado a mantener a un niño aunque el embarazo o la fabricación del niño haya sido fruto del engaño.

Una mujer puede incluso recoger el esperma sin que haya habido una relación completa, hacerse inseminar artificialmente sin decirle nada al hombre y luego obligarle con la ley en la mano a pagar por la manutención del niño. Ya ha pasado esto en varios países europeos y un caso que salió en los medios fue el del tenista Boris Becker. No se trata de casos comunes desde luego, pero nos muestran cómo para las leyes los hombres valemos menos que la mierda y se nos considera únicamente ganado de explotación. No tenemos derecho a hablar ni a ejercer nuestra potestad de padres porque para esta sociedad uterina los hijos son propiedad de la mujer, pero eso sí, debemos pagar religiosamente sin rechistar y sin levantar la voz.

Lo más triste es que estas noticias no provocan reacciones, porque se piensa siempre que esto no me pasará a mí. Posición necia y miope que equivale a esconder la cabeza debajo de la arena como las avestruces. Las leyes y la jurisprudencia que permiten cosas como estas no son más que basura,  su sola existencia es un insulto y una infamia. Si alguno piensa que no tiene por qué preocuparse, que siga cultivando su ceguera hasta que antes o después, quizá no de esta manera pero ciertamente de alguna otra, esto le pase a él.

Generalizando el discurso más allá de este episodio, hoy en día acercarse a la mujer es para el hombre pisar un terreno minado. Esto es lo que persiguen las feministas, reventar y amargar las relaciones entre hombres y mujeres,  convertirlas en una guerra y una competición continua. En resumidas cuentas, conformar el mundo a sus taras interiores y a su odio antimasculino.

jueves, 10 de marzo de 2011

BRECHA SALARIAL

Con una cierta regularidad las feministas nos machacan la cabeza con el asunto de la brecha salarial

Esgrimen estadísticas para demostrar que las mujeres ganan menos que los hombres y presentan esto como una injusticia. Injusticia que debe ser combatida con políticas de paridad, cuotas, discriminación positiva, es decir cada vez más privilegios para la mujer. Se sostiene que hasta que no desaparezca la brecha salarial no se alcanzará una verdadera justicia.


Hay que repetir regularmente la misma falsedad para que entre en los cerebros y se acepte como una verdad evidente que nadie cuestiona. Y en efecto no faltan artículos cada semana como éste:


Se nos dice que hasta que no desaparezca esta diferencia estadística no habrá justicia. La realidad es diametralmente opuesta: la brecha salarial es un falso y demagógico argumento utilizado para favorecer a la mujer. Es mentira que represente un trato vejatorio hacia ella. Al contrario, inicua e injusta es cualquier política que favorezca a la mujer por el mero hecho de serlo. Injusticia radical y escandalosa  sería que no existiera esta diferencia estadística.

Para empezar, es difícil saber con precisión la entidad de esta diferencia entre salarios medios. Cada vez nos dicen una cosa distinta, lo que ya indica que son estudios sectarios y con una clara intención manipuladora. Pero no es ésta la cuestión: seguramente los salarios medios de hombres son superiores a los de las mujeres y mujeres en la sociedad en conjunto, o en una gran organización o en muchas profesiones. Esto no voy a negarlo, aunque no voy a aceptar ninguna cifra precisa procedente de esta basura de estudios pilotados al servicio de la propaganda feminista.

No constituyen los porcentajes manipulados o las trampas de la estadística el engaño esencial. La mentira principal, insidiosa y venenosa, consiste en sostener que esta diferencia implica que hombres y mujeres perciben salarios diferentes por realizar el mismo trabajo. Esto es falso, lisa y llanamente como sabe cualquiera que trabaje en una organización. Hace tiempo hablé del tema en esta entrada


Lo esencial del tema es que hombres y mujeres tienen en media sueldos diferentes porque realizan trabajos diferentes, por motivos generacionales, porque son ellas que dan a luz, porque eligen distintos lugares y condiciones de trabajo.

Porque a los sitios peligrosos, incómodos y duros son los hombres que van. Porque las horas extras cuando hay que quedarse más de la cuenta a trabajar son realizadas sobre todo por hombres. Por mil motivos más que cada uno podrá sacar de su experiencia personal y profesional.

Estas disparidades seguirán existiendo a menos que desaparezcan todas las diferencias entre hombres y  mujeres y nos convirtamos en una humanidad triste y miserable de seres asexuados todos iguales.

Los mentecatos igualitarios consideran injustas las diferencias naturales. Pues bien la realidad es diamtralmente opuesta: es radicalmente injusto y perverso negarlas, intentar eliminarlas, fingir que no existen o son irrelevantes.

Naturalmente las hienas feministas saben perfectamente que su argumento es más falso que Judas y tienen claro que quieren aplastar al hombre y someterlo a un régimen de iniquidad. Baste para ilustrarlo este párrafo del primer artículo mencionado:

“La Plataforma Andaluza de Apoyo al Lobby Europeo de Mujeres, por su parte, indicó que la diferencia salarial "parte de los convenios colectivos, donde se permite distinta nomenclatura para el mismo puesto de trabajo dependiendo de si es mujer o varón", y "de los pluses, ya sean de nocturnidad, toxicidad o peligrosidad, que normalmente perciben los varones".

Notemos especialmente la última frase, que condensa en pocas palabras y con rara sinceridad toda la iniquidad que hay detrás de las políticas de igualdad. Como he apuntado antes, estos pluses no se los regalan a nadie por su cara bonita: hay que ganárselos. Para esta gentuza –porque no tiene otro nombre- lo injusto no es que sólo los varones estén dispuestos a trabajar en condiciones especialmente duras, sino que cobren más por hacerlo. Lo que esta canalla feminista querría, evidentemente, es que los hombres que trabajen en tales condiciones no cobraran estos pluses. O bien que los cobraran mujeres que están cómodamente en su oficina y no pueden –o no les sale de los ovarios- trabajar de noche o en situaciones de riesgo.

Sobran las palabras. Saludos del Oso

BOMBEROS Y BOMBERAS

A la espera de lo que pueda pasar en Libia, volvemos a nuestro país y al tema del victimismo feminista,  que nos machaca desde los medios regularmente con las habituales campañas de propaganda y mentiras. Específicamente hablaremos en el artículo de hoy y en el de mañana de los engaños y manipulaciones operados por el feminismo para  imponer por ley cuotas y de privilegios. Cuotas y privilegios que naturalmente subrayan sólo la incapacidad de la mujer para competir con el hombre en ciertos campos, su necesidad de pisotear y discriminar al varón como único modo para acercarse a su ideal repugnante de la paridad.

Los hombres debemos reaccionar de la única manera posible y digna: negar  a priori credibilidad y respeto en el ámbito laboral a cualquier mujer que haya sido o haya podido ser beneficiada por estas políticas, a menos que demuestre lo contrario.

¿Te has beneficiado de las Políticas de Igualdad? ¿Te han facilitado las cosas sólo por ser mujer?

Pues para mí no eres más que una inútil y no mereces ni tu puesto, ni tu sueldo, ni mucho menos mi respeto hasta que me demuestres lo contrario. Esta es la única posición lógica y digna. Lo contrario es ser un pobre gilipollas domesticado. Y lo siento por las mujeres realmente capaces y preparadas, pero poco o nada he oído su voz contra estas políticas aberrantes -es cómodo tener privilegios- de modo que en el fondo es totalmente justo que el descrédito caiga injustamente sobre ellas.

Hoy trataremos de bomberos y bomberas para abordar una vez más el tema de la discriminación positiva.

Es decir y hablando en cristiano, favorecer a las mujeres perjudicando a los hombres. EL 8 de Marzo es el Día del Privilegio Femenino y se aprovecha siempre la ocasión para intensificar la propaganda, para proponer nuevas iniquidades, para presionar un poco más a los varones. Por ejemplo con la campaña para introducir las infames cuotas femeninas en las empresas:


Pero hoy voy a ocuparme de una noticia aún reciente que tiene que ver con el trato de favor que se pretende imponer para la mujer en todas partes. Noticia que revela con especial claridad la deformación del lenguaje operada por el feminismo. En efecto según la detestable Neolengua de la dictadura hembrista en que vivimos, otorgar privilegios a la mujer y discriminar al hombre se llama paridad.

En esta ocasión se trata de las pruebas de selección para la profesión de bombero en Madrid. En esta ciudad los requisitos físicos para entrar son los mismos para hombres y mujeres y bastante exigentes, lo cual hace que para las mujeres sea muy difícil superar estas pruebas. En otras ciudades sin embargo las pruebas son diferenciadas por sexo:


Ciertamente estoy de acuerdo con el título de este artículo. Que sepa tirar la puerta significa que los requisitos físicos deben ser objetivos, orientados al tipo de trabajo e independientes del sexo del aspirante, lo cual excluye cualquier trato de favor para las mujeres y cualquier repugnante discriminación positiva.

Pero naturalmente las feministas no podían aceptar que hubiese un rincón en España que resistiera a sus imposiciones y han puesto el grito en el cielo. Evidentemente lo que de verdad quieren decir es que hay discriminación porque las mujeres tienen un cuerpo diferente de los hombres, con menor fuerza física, capacidad pulmonar y cardiovascular. Es la llamada discriminación indirecta. Para entender bien qué significa esta paja mental propia de mujeres fracasadas, citaremos este pasaje de la infame Ley de Igualdad:

"Se considera discriminación indirecta por razón de sexo la situación en que una disposición, criterio o práctica aparentemente neutros pone a personas de un sexo en desventaja particular con respecto a personas del otro"

Esta es la locura igualitaria, considerar injustas y querer ignorar las diferencias naturales y evidentes entre hombres y mujeres. Es querer imponer a la fuerza la presencia femenina y la igualdad con calzador contra cualquier lógica y criterio razonable. Es negar que, por razones objetivas, precisas, fundadas en la realidad, toda pretensión de igualdad es radicalmente injusta. Es fanatismo y necedad al poder. Es la estupidez elevada a sistema y encarnada en las leyes.

Este fanatismo de la igualdad es defendido sinceramente por los gilipollas domesticados que tienen el cerebro embotado de tanta propaganda feminista. Pero las feministas no actúan con esa buena fe, porque son perfectamente conscientes de lo que quieren: se trata de favorecer a la mujer y darle cada vez más privilegios en perjuicio de los hombres.

Cuando la presencia de mujeres es mayoritaria en una profesión o actividad no las escucharemos exigir paridad, no saldrán los tontos útiles a cacarear sobre techos de cristal y no se exigirá discriminación positiva. Se dirá simplemente que las mujeres son mayoritarias porque son mejores, más eficientes, más serias y toda la retahíla de mentiras y lugares comunes, repetidos hasta la saciedad para engañar a los borregos que se las tragan como si fueran verdades reveladas.

Al final -no podía ser de otra manera- el asunto se ha resuelto con una capitulación total ante las imposiciones feministas:


El Consistorio aplicará cierta paridad en las pruebas para ser bombero

Aquí podemos ver la canallesca falsificación del lenguaje operada por el feminismo. Aplicar paridad significa favorecer a las mujeres. Más claro agua. El que siga sin ver la realidad cuando la tiene escrita tan claramente y delante mismo de sus ojos es tonto del culo y sin redención posible.

La historia de los bomberos y las bomberas es un caso muy particular de la imposición feminista que triunfa por todas partes, de la arrogancia por parte de las mujeres que quieren meterse en todas partes y ocupar cualquier espacio aunque no lo merezcan. Las miserables políticas de paridad representan una injusticia hacia los hombres que deben demostrar más que una mujer y que están penalizados por no serlo. Implícitamente son también insultantes para la mujer realmente capacitada pero  con su pan se lo coman.

No hay duda de que, por mucho que lo niegue el cacareo igualitario, las diferencias naturales que existen entre los sexos, físicas y psíquicas, capacitan a unos y otras de manera diferente. Por consiguiente el criterio que busca imponer –sólo cuando les conviene- una paridad que no existe en la realidad es criminal e inicuo. El único criterio válido a priori es una selección basada en la realidad, en las habilidades requeridas, y a posteriori basado en los resultados y el desempeño de la actividad.

Yo no me siento discriminado por no poder ser bombero o miembro de un cuerpo militar de élite. No tengo el físico ni las demás habilidades requeridas. Si exigiera pruebas físicas facilitadas quejándome de discriminación se me reirían en la cara y recibiría una merecida patada en el trasero.

En otros cuerpos de bomberos las pruebas físicas son diferenciadas por sexo, con lo cual las bomberas en general tienen menos fuerza y capacidad que sus colegas masculinos para ese tipo de trabajo. Por tanto, puesto que los equipos de bomberos deben resolver emergencias reales y no hacerse pajas mentales de Igualdad, a las pocas mujeres presentes probablemente se les asignen tareas que no requieran tanta fuerza o capacidad física, es decir las menos peligrosas. Quizás las pobrecitas se sientan mal por ello pero me importa un comino. Lo que me importa son los hombres que cobran lo mismo que las mujeres estando obligados a asumir un riesgo mayor. Ésta es la injusticia y la verdadera brecha salarial. Si de verdad quieren ser bomberas pero no son capaces por motivos físicos, o porque no les sale de los ovarios, de estar en las situaciones de mayor riesgo, que acepten una retribución menor porque menor es la peligrosidad. Esto es justicia y no la canallesca imposición de las políticas de igualdad.

domingo, 6 de marzo de 2011

GUERRA EN LIBIA: Algo no cuadra

Tengo listos algunos artículos sobre mi tema preferido, los abusos de las hordas feministas en España y Europa, pero creo que vale la pena seguir ocupándose de las turbulencias políticas en los países árabes y Medio Oriente.

No creo necesario corregir la mayor parte de las consideraciones del artículo anterior, pero la situación en Libia ha evolucionado mucho y ahora las cosas están más claras. Tengo una opinión sobre lo que está pasando algo diferente de la lectura que nos dan. 

¿Me equivoco? Puede...nadie es perfecto y todos metemos la pata alguna vez, pero honestamente me parece que lo que ha pasado es extraño, y que no nos están contando la verdad. 

Sigue siendo difícil interpretar lo ocurrido en los demás países y aun menos adivinar lo que sucederá en el futuro, pero en el caso de Libia creo que tiene poco que ver con protestas populares espontáneas para pedir democracia. Allí lo que ha sucedido es una insurrección armada en toda regla contra Gadafi, apoyada por una parte importante del país, pero de ninguna manera un levantamiento espontáneo y pacífico del pueblo en su conjunto contra el dictador.

Debemos recordar que Libia, como muchas de las antiguas colonias europeas independizadas, no es un verdadero estado sino un territorio donde las instituciones estatales son débiles y las lealtades en general no son hacia la nación sino hacia la propia tribu o clan.

Tal estado de cosas ha sido aprovechado para organizar una rebelión de una parte del país contra Gadafi, apoyada por Estados Unidos si es que no la han organizado desde el principio. Esto último no me atrevería a afirmarlo pero es muy posible, y un fuerte apoyo a la sublevación por parte de los americanos ha sido evidente al menos desde el lunes 21 de Febrero.

En ese preciso día fue perceptible un cambio neto. Se agravó la situación en el país, estalló la insurrección de verdad y se puso en marcha la maquinaria de los medios para presentar los acontecimientos de una cierta manera. Empezaron a pasar cosas raras y en poco tiempo, con sorprendente rapidez se alinearon medios de comunicación y políticos.

No se trata de estar pro o contra Gadafi ni menos aún de hacer de él un santo o una víctima. No tengo ninguna posición particular sobre el tema. Efectivamente ha gobernado Libia con mano de hierro durante décadas y no ha tenido nunca muchos escrúpulos: recordemos que ordenó el atentado de Lockerbie en el cual un avión de pasajeros fue hecho saltar por los aires matando a muchas personas,  ha enviado repetidamente sicarios a países extranjeros para asesinar a sus oponentes y seguramente más lindezas que se me escapan ahora. Ciertamente no es mi guerra ni tengo intención de poner a Gadafi del lado de los buenos.

Es sólo que no me gusta que me tomen el pelo. No me gusta que telediarios, periódicos y agencias de noticias me ordenen cuándo tengo que sentir indignación y me dicten quiénes son los buenos y los malos. Los cuentos de buenos y malos para los niños.

El lunes 21 de febrero y los inmediatamente siguientes empezaron a llegar noticias sobre ataques indiscriminados a la población civil que protestaba contra Gadafi en varias ciudades. Se hablò de bombardeos de manifestaciones pacíficas con aviones y helicópteros de ataque. Se denunció la llegada masiva de mercenarios extranjeros que Gadafi estaba empleando como último recurso contra su propio pueblo, ante las masivas protestas y dándonos a entender que no podía contar ya ni con sus propias tropas.

De forma prácticamente simultánea la representación libia en la ONU de volvió contra su gobierno, así como los embajadores en algunos países, afirmando que se estaban cometiendo crímenes inauditos contra la población civil, solicitando el derrocamiento de Gadafi y su procesamiento por crímenes contra la humanidad. Se bloquearon sus bienes y los de sus allegados con gran rapidez y se le aisló internacionalmente; los primeros que abiertamente tomaron partido fueron Estados Unidos y sus aliados –o lacayos- europeos, y alguno que al principio mostró una actitud cauta como Italia fue llamado al orden inmediatamente.

En los días siguientes los desórdenes continuaron, los insurrectos ganaron algunas posiciones y conquistaron el Este del país, pero no consiguieron ganar la partida en pocos días como habían esperado. La posición de los americanos se hizo más amenazante y empezaron a afirmar con su habitual, insoportable tono perentorio de guardianes mundiales de la moral y de la legitimidad,  que Gadafi era un criminal, que no tenía derecho a seguir gobernando el país y debía marcharse inmediatamente. Al mismo tiempo invocaban que fuera procesado por el tribunal de La Haya y bloqueaban sus bienes, en una evidente exhibición de torpeza política, porque significaba ni más ni menos que acorralarlo y cerrarle cualquier vía de escape, dejándole como única posibilidad resistir a ultranza.

Y resistir a ultranza es lo que está haciendo, con una parte del país que lo apoya. No podemos saber su fuerza real ni la de los sublevados, pero después de dos semanas de guerra abierta (aunque chapucera) ninguna de la partes ha conseguido por ahora una victoria decisiva y están en tablas. Los insurrectos invocan una intervención militar extranjera para derrotar a Gadafi, lo que indica claramente que no son capaces de hacerlo solos y que el golpe ha fracasado, pero tampoco Gadafi es capaz de imponerse por el momento. Parece que estamos ante un conflicto largo, a menos que desde fuera se resuelva militarmente la situación. Una intervención no me extrañaría nada, pues en el momento en que escribo los Estados Unidos han asumido una posición especialmente agresiva y siguen exigiendo perentoriamente a Gadafi que deje el poder.

Todo desde el principio en la imagen que nos han vendido apesta a falsedad.

¿Los embajadores en el extranjero que se lían la manta a la cabeza y el mismo día en que se empieza a acusar a Gadafi de las mayores atrocidades le vuelven la espalda públicamente, sin noticias confirmadas y fiables, quemándose sin remedio en caso de que la revuelta falle? ¿Es que no sabían quién era su presidente y lo han descubierto en un día? La respuesta, evidente, es que estos diplomáticos han sido cooptados como parte de una insurrección organizada para derrocar a Gadafi.

¿Manifestantes desarmados que capturan ciudades y bases militares? ¿Contra mercenarios extranjeros que no tienen escrúpulo en disparar contra gente que no es la suya? ¿A quién le quieren tomar el pelo? El colmo de la información demencial la he encontrado en un artículo que narraba cómo rebeldes descalzos y armados de machetes reconquistaban una ciudad poniendo en fuga a los soldados de Gadafi.


De acuerdo, las tropas del Coronel no serán gran cosa, sus mercenarios africanos no serán como Rambo o Chuck Norris, pero digo yo que por lo menos les habrán dado  armas automáticas, y un titular así me parece demasiado…

Ignoramos la cifra de víctimas y pueden ser pocas o muchas. Los números que circulan son bastante reducidos y no parecen propios de una represión brutal a gran escala sino de una guerra limitada de la cual poco sabemos a pesar de la enorme máquina de la información. Mucho menos parecen de ataques indiscriminados con armas de guerra contra la población civil.


Este dato puede ser bueno o malo, será provisional, pero debemos admitir que si la imagen que nos han querido dar los madios fuera correcta, si el pueblo libio se hubiera levantado en bloque contra el tirano y éste hubiera bombardeado las manifestaciones con artillería pesada y aviación, si hubiera utilizado mercenarios para masacrar indiscriminadamente a su pueblo, hasta el punto de justificar una intervención humanitaria –expresión que debe siempre ponernos una enorme mosca tras la oreja-, no tendríamos después de dos semanas trescientos muertos sino tres mil o treinta mil.

Las noticias nos llegan a través de pocos, grandes medios de comunicación, que se pueden permitir enviar personal, y a través de un reducido número de agencias de noticias, cuya propiedad está en pocas manos, de manera que no no se requiere una gigantesca e improbable conspiración para presentar las cosas de un cierto modo, crear una imagen pilotada de los acontecimientos y dirigir la opinión pública. No es que se invente completamente una realidad falsa: la base es siempre un elemento de verdad y en este caso será seguramente cierto que ha habido una dura represión, que una buena parte del país esté efectivamente harta de Gadafi, pero la realidad parece diferente de la que nos han vendido.

Es sospechosa y hasta escandalosa la insistencia y la rapidez con la que se ha exigido la marcha de Gadafi y su procesamiento por crímenes contra la humanidad, sin nada más que noticias sin confirmar que pueden o no ser bulos. Que yo recuerde nadie ha usado ese tono con las campañas de bombardeo de Israel sobre Gaza que han provocado bastantes más muertos. Y si Israel puede usar la justificación de defenderse contra los (ridículos) cohetes palestinos y contra el terrorismo, Gadafi puede decir que ha combatido con medios militares una insurrección armada. No sé si el comportamiento de Israel es criminal o no, imagino que depende del lado de la barricada en que se está. No es tampoco mi guerra de ninguna manera y no hay porqué identificarse a priori con la causa palestina, pero en ambos casos son armas de guerra contra una población escasamente armada y a mi entender el doble rasero es evidente.

Pero esto es lo de menos: la auténtica viga en el propio ojo son las guerras y la ocupación militar de de Irak y Afganistán: podemos estar de acuerdo o no con las invasiones de estos dos países, podemos pensar que nuestros soldados están o estaban allí sirviendo los intereses de España –no es desde luego mi posición- pero es difícilmente discutible que se ha tratado de guerras de agresión vendidas con mentiras a la opinión pública occidental, que han producido una cantidad de víctimas civiles que supera a la de los crímenes reales o presuntos de Gadafi, en un factor de cien o mil veces. Es grotesco y hasta insultante que se exija el cambio de gobierno de un país con estas acusaciones por parte de los mismos responsables de estas invasiones. Recordemos que según la misma Justicia Universal crimen contra la humanidad es la guerra de agresión.

No soy ciertamente un partidario de la jurisdicción universal. Dediqué un artículo a ello, quizás algo  pesado e indigesto, como uno de los Azotes


Estemos a favor o en contra de ello, a los justicieros universales se les ve el plumero de forma demasiado evidente. La verdad es que los procesos por crímenes de guerra y la misma Justicia Universal han sido y serán, ahora y siempre, una farsa.  Si puedo parafrasear una frase famosa, no son más que la continuación de la política y de la guerra por otros medios.

No sé qué pasará al final en Libia. Difícilmente se permitirá que Gadafi siga en el poder pero lo que está claro es que los países europeos, si es que les queda algo de soberanía, no deben permitir que Estados Unidos venga a cambiar gobiernos en países tan estratégicos y en nuestra puerta de casa. Se debería dejar que los libios ajusten sus cuentas entre ellos, o si realmente se quiere quitar a Gadafi sin traumas, lo lógico sería ofrecerle la posibilidad de retirarse, en vez de acorralarlo y dejarle la única opción de luchar hasta la muerte.

Reafirmo lo indicado en un comentario de la entrada anterior: estos fenómenos indican que a pesar de lo que algunos afirman la Historia vive y se mueve, seguirá haciéndolo, y lo que la mueve es el conflicto, eterno mientras dure el Hombre.

Y más nos vale despertarnos porque este fragmento de Historia en particular va a recaer directamente sobre nosotros.