La entrada de hoy comenta una noticia que se resume en pocas palabras: una pareja de maricones que había sido invitada a una caseta en la Feria de Abril de Sevilla, a un cierto punto se dieron un beso y los socios de la caseta les expulsaron. A uno de los invertidos casi le dio un ataque de ansia (pobrecito) y el día siguiente pusieron una denuncia por "homofobia". Naturalmente estaba cantado que saliera la palabreja de marras. He aquí el enlace:
La primera observación es que una caseta de feria es un lugar privado, no público. Se entra por invitación. Por tanto los socios tienen derecho de admitir o no a cualquiera si les sale de los cojones, por cualquier motivo. Como si no quieren dejar entrar a los que tienen pelos que les salen de las orejas; es su casa y en la propia casa uno tiene derecho absoluto de admisión. Esta es una de las libertades más básicas del ser humano, la sacralidad e inviolabilidad de la casa. Y esta tiranía del políticamente correcto, esta inquisición progre, se está metiendo también con esto.
La arrogancia de los homosexuales y sus lobbies hoy en día no tiene límite: nos quieren imponer a todos su comportamiento como una forma más de normalidad, y nos quieren imponer su exhibición pública como un derecho fundamental; cuando alguien no pasa por el aro se consideran víctimas de una injusticia, les dan ataques de ansia, y corren a denunciar escupiendo por la boca la palabra homofobia, amparados por las infames leyes liberticidas que sus repugnantes grupos de presión y asociaciones han conseguido imponer en todas partes. Ya es bastante lamentable la invasión de mariconeo en los medios, naturalmente fomentada desde arriba con claros objetivos corruptores. Pero es aberrante que ni siquiera se les pueda pedir pudor y discreción, que tengamos que soportar mariconeo exhibido sin protestar, bajo la amenaza de ser acusados de homofobia.
Hablemos un momento de esta palabra. En rigor su significado debería ser "odio hacia los homosexuales". En realidad la propaganda manipuladora de la political correctness la aplica a toda persona o punto de vista que considere la homosexualidad una desviación, con la intención de hacer colar la mentira según la cual si no se aceptan estos comportamientos o se les considera negativamente, el motivo es el odio patológico. Es evidente que considerar normal la relación entre hombre y mujer y asignar un disvalor a la inversión del comportamiento normal no significa odiar a los homosexuales. Lamento decir tan a menudo que dos y dos son cuatro, pero ael continuo lavado de cerebro al que somos sometidos, su lenguaje auténticamente orwelliano, lo hace necesario.
La palabra homofobia es otra impostura, otro deshonesto engaño más del progresismo, simplemente un arma para cerrar la boca a todo aquel que no comulgue con las ruedas de molino de la progresía, para quitar legitimidad a cualquier punto de vista diverso. Ellos mismos, que se llenan continamente la boca con las palabras diversidad, libertad, tolerancia, son los que más desean imponer un pensamiento único, los que más crean leyes liberticidas y quieren cerrar la boca a todo el que dice algo que no les gusta, los que imponen tabúes, crean inquisiciones, invaden la vida y la intimidad de todos para homologar la sociedad entera a las vulgaridades que tienen en la cabeza.
La palabra homofobia es otra impostura, otro deshonesto engaño más del progresismo, simplemente un arma para cerrar la boca a todo aquel que no comulgue con las ruedas de molino de la progresía, para quitar legitimidad a cualquier punto de vista diverso. Ellos mismos, que se llenan continamente la boca con las palabras diversidad, libertad, tolerancia, son los que más desean imponer un pensamiento único, los que más crean leyes liberticidas y quieren cerrar la boca a todo el que dice algo que no les gusta, los que imponen tabúes, crean inquisiciones, invaden la vida y la intimidad de todos para homologar la sociedad entera a las vulgaridades que tienen en la cabeza.
Resumiendo, esta gentuza pretende incluso quitarnos la libertad de criterio para considerar la homosexualidad una desviación: no otro es el sentido y la intención de la palabra homofobia. Incluso decir que está mal que un niño crezca con dos "padres" homosexuales basta para ser tachado de homófobo; dentro de pocos años, en algunos países quizá sea incluso delito, si no lo es ya. Esta es la tiranía que llaman sociedad avanzada.
Avanzada en el proceso de descomposición y putrefacción.