viernes, 19 de marzo de 2010

DÍA DEL PADRE Y FEMINISMO

A quien siga con atención las nefastas actividades de las víboras feministas, anidadas en el Ministerio del Privilegio Femenino, no se le habrá escapado que esta semana han estado muy activas; sin el mínimo pudor ni sentido del ridículo han alcanzado nuevos niveles de delirio, en un crescendo de demencia que no parece tener fin. Y no lo tendrá mientras no les paremos los pies, mientras una parte tan grande de la población masculina siga siendo una masa de borregos y gilipollas domesticados, mientras los hombres sigamos amedrentados y dominados por la tiranía feminista.

Un momento de reflexión ha sido suficiente para comprender el porqué de tanto celo esta semana.

Hoy es el 19 de Marzo, Día del padre.

El hecho de que se celebre todavía un día dedicado al padre debe haber provocado en sus mentes retorcidas una descarga adicional de bilis y para celebrarlo por todo lo alto han preparado una "Semana del Odio" al estilo del 1984 de Orwell. Libro que no me cansaré jamás de recomendar.

Acompañando la Semana del Odio, aquí y allá han ido saliendo en la red y los medios comentarios y artículos varios, preguntándose si esta fiesta no está ya está obsoleta dada la difusión de los nuevos  modelos de familia.

Pues no está obsoleta, por más que les pese a las odiadoras profesionales de los hombres, y a los pobres mentecatos que las siguen con el rabo entre las piernas. No lo estará mientras haya un solo padre que crea en su misión y tenga la libertad interior para mandar a tomar por culo a tod@s. Y a sus nuevos modelos de familia, que no representan más que caprichos elevados a derechos.

Entre paréntesis, primera y última vez que utilizo el gilipollesco @ para referirme a imbéciles e imbécilas. Sólo para mencionar el tema porque no lo había comentado nunca.

Veamos un par de noticias
 
Hace un par de días la ministrilla orwelliana de Igualdad se superó a sí misma con la propuesta de introducir en la Universidad el feminismo


No les basta con las campañas continuas de propaganda contra el hombre, pagadas por todos nosotros. No les basta con el lavado de cerebro en el colegio desde la más tierna edad. Tienen que adoctrinar con su basura también en la universidad y degradarla aún mas de lo que está; les importa un comino la caída en picado de la calidad de la educación, que es un hecho evidente para cualquiera que tenga un mínimo de perspectiva. Aunque ellos por supuesto lo niegan: el iluminado de la ceja que habla de la generación "mejor preparada de la historia"...este hombre debe vivir en un mundo irreal de fantasía y es incapaz ya de distinguir la realidad de su enfermiza propaganda.

Caída en picado que es consecuencia directa de la destrucción del sistema educativo que ha llevado a cabo la pedagogía progresista, que ha destruido cualquier idea de autoridad, de rigor, de aspiración a la mejora de sí mismo y a la auto-superación a través del esfuerzo personal; que  ha condenado la meritocracia e impuesto la igualdad en la ignorancia y la mediocridad. Que es la única igualdad posible,  en éste como en cualquier otro campo. Pero todo ello debe ser justamente lo que querían los progres; la escuela y la universidad pueden ser una fábrica de burros semianalfabetos, con un lenguaje apenas por encima del lenguaje de los monos, pero lo importante es que se salga de allí con cuatro vulgaridades políticamente correctas metidas en la cabeza y que se enseñe el feminismo.

Más cosas: la ridícula y estomacante campaña "tarjeta roja al maltratador" presentada ayer por la citada ministrilla con la colaboración de un enjambre de parásitos subvencionados,  pertenecientes al círculo de amiguetes de la progresía que en España pasa por ser el "mundo de la cultura":


Lo que se pretende, lo que esta gente en realidad persigue en su proyecto infame, es sacar "tarjeta roja" a todos los hombres que no estén domesticados por el feminismo, que se nieguen a ser unos monigotes sin voluntad a la merced de sus mujeres; en los vomitivos anuncios televisivos para esta campaña queda claro que maltrato no es sólo violencia física sino también levantar la voz, decir algo desagradable, criticar a la mujer, discutir con ella o expresar de forma vehemente un desacuerdo. Naturalmente el mensaje implícito es que todo ello es maltrato sólo si lo hace el hombre. Si lo hace la mujer no lo es; es más, en estas situaciones ella por supuesto tiene razón, porque seguramente ha sido provocada o vejada por el hombre.

Asociando en un montaje manipulador y deshonesto -con caras ridículamente, gilipollescamente serias y dramáticas- al verdadero maltrato el maltrato psicológico así tendenciosamente definido, lo que se pretende es desarmar a los hombres, volverles incapaces de reaccionar y de oponerse a los atropellos de estas víboras. Que acepten sin rechistar ser ciudadanos de segunda categoría, ser culpabilizados por ser hombres y ser reducidos al nivel de unos muñecos de trapo sin  personalidad. Que se sientan culpables sólo por pensar en rebelarse y reivindicar su dignidad masculina, que estén tan castrados mentalmente que sean incapaces de cuestionar, de reconocer  siquiera, el lavado de cerebro y la tiranía que poco a poco nos han impuesto.

Este es el nuevo hombre que las feministas pretenden,  el repugnante traje de harapos que han confeccionado para nosotros y que un hatajo de pobres mentecatos reivindican como una conquista y un nuevo modelo de masculinidad.

No señores. Esta no es masculinidad, es renunciar a ser hombre, es ser un gilipollas domesticado. Es basura que un hombre libre no podrá aceptar jamás. Que se metan por donde les quepan sus tarjetas rojas y sus nuevos modelos de hombre del siglo XXI.

2 comentarios:

León Riente dijo...

"Tienen que adoctrinar con su basura también en la universidad y degradarla aún mas de lo que está; les importa un comino la caída en picado de la calidad de la educación".

En realidad les importa y mucho. Cualquier persona que pensara en ello un poco sabía que de la aplicación de la LOGSE y demás normativa basada en el constructivismo sólo se obtendría ruina educativa. Este sistema había resultado un fracaso ya en Inglaterra y otros países cuando aquí aún no se empezaba a implantarlo. Creo que hay motivos fundados para sospechar que la degradación educativa es una consecuencia buscada por estos ingenieros sociales que gobiernan (estado y empresas). Una generación de imbéciles es más fácil de adoctrinar que una de gente formada.

Max Romano dijo...

Es correcta la puntualización que haces: seguramente en parte la degradación educativa es algo buscado.
Mas también creo que muchos defensores de la educación "progresista" creen sinceramente en lo que hacen, pero su ceguera ideológica les impide ver lo evidente: que sus ideas aplicadas a la educación no producen personas interesadas en la cultura y el saber, sino espectadores del Gran Hermano.